Puente romano de Almedina

Puente Romano de Almedina

Colaboración con el Ayuntamiento de Almedina

El puente romano de Almedina -sobre la vía 29 romana, que unía la vía Augusta con Toledo-, al igual que su entorno inmediato – el Chorrillo, el muro de contención del camino (dicha vía 29), la noria, las regueras, los muros de contención inferiores de los huertos árabes, etc.-, subsistían a principios de la década de 2010, con mayor o menor suerte, tras décadas de abandono.

De lo que se trataba era de rehabilitar toda la zona, desde el principio de veracidad constructiva, comenzando por el elemento arquitectónico más potente, esto es, el puente. A la par, se aprovecha para reconstruir los muros de moliz que, bajo la Cabricería, sostenían la razón de ser del puente, que no era otra que el paso de la vía que unía Mariana -Puebla del Príncipe- con Laminium -Alhambra-, sobre el curso alto del río Guadalén. 

Se propone un paseo de borde paralelo al río, y junto a él, una serie de represas que evidencien el curso de agua inagotable que genera la Fuente de Carlos V, hasta en las épocas de estío.

Se reintegran los elementos etnográficos adyacentes -fuente del Chorrillo, noria, parte de las regueras que surgían de la misma, así como los muros de contención de los huertos inferiores, que acompañan al caminante desde la carretera hasta el puente.